Tiguilote en El Salvador

El tigüilote, que muchos también conocen en otros lugares como Cordia alba, es uno de esos árboles que ves muy común en lugares de El Salvador, especialmente si te das una vuelta por terrenos baldíos. Quizás no le prestás mucha atención porque no es un árbol grandote ni particularmente llamativo a simple vista, pero si te fijás bien, tiene su gracia y más de un uso útil, especialmente en las actividades campesinas.

No es raro ver los tigüilotes en zonas más cálidas o secas del país como lo es San Miguel, en esos terrenos donde otras plantas tal vez no crecerían tan fácil. Este árbol se adapta muy bien, por eso lo encontrás por aquí y por allá. Crece hasta unos 10 metros de altura, así que no es un muy alto, pero su tamaño lo hace muy bien para darnos sombra cuando hacemos las famosas milpas (maíz) o para marcar una línea de terreno.

Conoce el Tigüilote

El tigüilote tiene hojas grandes, verdes y ovaladas, que si las tocás, te vas a dar cuenta que tienen una textura áspera. Cuando florece, salen unas flores pequeñitas, de color blanco, que son bastante bonitas, aunque no es un árbol que se llene de flores como los frutales. Además, tiene unos frutitos redondos, de color amarillento o anaranjado, que aunque son pequeños, son importantes para muchas aves que los comen. Así que, si te encontrás con un tigüilote, seguramente verás pájaros u otro tipo de animales cerca de estos.

Los Usos del Tigüilote

¨¨Tigüilote

Ahora,  por otra parte, acerca de sus usos, el tigüilote no solo está ahí para decorar o dar sombra. En las zonas rurales, ha sido parte del día a día de muchas familias, especialmente cuando se refiere a algunos remedios caseros, que culturalmente se van pasando de generación y generación.

Desde hace mucho tiempo, las personas han usado las hojas y la corteza del tigüilote para hacer tés medicinales. Para un dolor de estomago o cuestiones en la piel, pues un té o una compresa de tigüilote puede ayudarte. No es raro que en las comunidades más rurales te recomienden el tigüilote como parte de esos remedios que nuestras abuelas nos han enseñado y que han pasado de generación en generación. Y no es pura tradición sin sentido, en realidad tiene propiedades que ayudan a tratar algunas dolencias.

Pero la cosa no se queda solo en lo medicinal. En algunas zonas, la madera del tigüilote también se usa. No es que sea la madera más resistente o que se utilice para hacer muebles de lujo, pero para cercas o construcciones sencillas en las fincas, es bastante útil. Además, es fácil de trabajar, por lo que quienes necesitan levantar algo rápido y práctico recurren al tigüilote. Pero un dicho muy palpable es que “Peor es Nada.”

¿Y Cómo Ayuda al Medio Ambiente?

El tigüilote no solo es útil para las personas, también hace su parte en la naturaleza. Al ser un árbol nativo y resistente, ayuda a proteger el suelo. Sus raíces evitan la erosión, algo muy importante en zonas donde las lluvias pueden llevarse la tierra y dejarla estéril. Además, como ya mencioné antes, sus frutitos son el alimento perfecto para muchas especies de aves. Así que, si te fijás bien, alrededor de un tigüilote siempre habrá algo de movimiento: aves, insectos, y otros animales que se benefician de lo que ofrece.

Es como si el tigüilote fuera parte de ese equilibrio natural que a veces no notamos. Da frutos, protege el suelo, y sirve de refugio para muchos animalitos. Es un árbol que, aunque a veces pasa desapercibido, tiene un papel muy importante en el ecosistema de las zonas rurales de El Salvador.

Tigüilote y nosotros

Si creciste o has pasado tiempo en el campo, probablemente has visto tigüilotes por doquier. Los agricultores conocen bien este árbol y saben que no solo está ahí para adornar. Muchas veces, lo dejan crecer alrededor de los campos de cultivo porque saben que, además de proteger la tierra, no interfiere con otros cultivos como el maíz o los frijoles. También es común que las personas corten ramas de tigüilote para usarlas como estacas en los cercos, o incluso para marcar los límites de los terrenos.

Los más viejos del lugar te dirán que el tigüilote siempre ha estado ahí, siendo parte del paisaje y ofreciendo lo que puede a las comunidades. Es una de esas plantas que tal vez no parecen importantes a simple vista, pero que tienen un lugar especial en la vida rural.

El Futuro del Tigüilote

Con el paso de los años, muchas áreas rurales han cambiado y algunos árboles han ido desapareciendo debido a la expansión urbana o la deforestación. El tigüilote, sin embargo, sigue resistiendo en muchas zonas, adaptándose a los cambios y continuando con su labor de cuidar el entorno y proporcionar lo que puede a las personas y los animales que dependen de él.

Esto se debe a que los murciélagos, riegan sus semillas por todas partes, y esto hace que se reproduzcan más la plantación de cordia alba.

Por eso, aunque tal vez no sea el árbol más famoso ni el más mencionado, vale la pena valorarlo por todo lo que aporta. No solo es una fuente de remedios naturales, sino que también juega un papel importante en el ecosistema y en la vida cotidiana de quienes viven cerca de él.

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